Veus de la história, una exposición interpretativa
Resumen
La exposición temporal Veus de la história (Voces de la historia) tuvo lugar en Villajoyosa (Alicante)del 27 abril al 20 de julio de 2007, organizada por el Museo Municipal. Las dos sedes elegidas son dos edificios emblemáticos de la ciudad: el Chalet de Centella, magnífico edificio de los años treinta, de estilo ecléctico (mezcla de estilos clásicos y modernos típico de la época), obra de Juan Vidal, y la Barbera dels Aragonés, casa solariega de una familia muy influyente que se asentó en la Vila (nombre popular de Villajoyosa que utilizaremos a partir de ahora) desde el siglo XIII hasta 1992. A pesar de tratarse de dos edificios históricos, las salas donde se ubicó la exposición eran totalmente accesibles (en Barbera la accesibilidad se incluyó en el proyecto de rehabilitación del edificio).El Museo tenía el encargo de producir una exposición sobre los personajes más importantes de la ciudad durante toda su historia. Esto hizo que elaborar el guión museológico fuera un auténtico rompecabezas, porque había que establecer un hilo conductor lógico entre los personajes, evitando que el resultado pareciese una enciclopedia de autores. Optamos por agruparlos por temáticas: políticos y militares, deportes e industrias, en la sede Barbera, y artes y ciencias, en la sede Centella. Ésta estaba dividida en salas también temáticas: letras y ciencia, fotografía, pintura y artes escénicas. El resto, se expusieron en la sala principal de la sede Barbera (antigua cambra o almacén agrícola de la planta superior de la casa), con un video en pantalla gigante (en realidad, un PowerPoint de calidad). Los del deporte quedaron en una sala más pequeña, dentro del mismo espacio, y las industrias se expusieron en el altillo de la cambra.
Los personajes de la cambra de Barbera eran los más descontextualizados y se hacía necesario contar algo sobre Villajoyosa en su momento vital. Conscientes de que no podíamos narrar simplemente la historia de la ciudad, ya que el centro eran los propios personajes, ideamos dos estrategias: en primer lugar, éstos se convertían en un medio para interpretar los principales hitos de aquélla (el alcalde romano Quinto Manlio permitía contar que tuvimos una de las nueve ciudades romanas del País Valenciano; el requeridor de la costa Pedro Aragonés daba pie a descubrir que la Vila fue capital del distrito de defensa anticorsaria de la Marina Baixa); en segundo lugar, diseñamos una línea amarilla adherida al suelo que cumplía varias funciones, como dibujar el itinerario a seguir en todo el espacio expositivo de Barbera —ordenando la circulación de los visitantes— coincidiendo con cada personaje, dibujar un círculo con una fecha y un acontecimiento principal que ocurrió en la historia de la Vila (así, en 74 d.C. es delarada municipium; en 1543, villa real; en 1911, ciudad...) y, en fin, constituir una barrera psicológica para el visitante, con el fin de que no se acercara demasiado a las piezas originales que no estaban en vitrina.