El Museo del Hombre: un museo militante en París

Resumen

Los museos son laboratorios (Rivière, 1989). Los museos son espacios para la educación popular (Chiva, 1985, 1987). Los museos son lugares para la transformación social y para generar una museología combativa (Mayrand, 2002; Varine-Bohan, 2005). Los museos son sitios para el anonimato, para conocerse y reconocerse. Sin embargo, la concepción social de estas instituciones es que la mayoría de los museos se dedican únicamente a coleccionar, a realizar exposiciones de objetos en vitrinas destinados al deleite, a organizar actividades reservadas fundamentalmente al público escolar y, en raras ocasiones, vincular el pasado (la colección) y el presente (la actualidad). No obstante, esta sensación social –y todo hay que decirlo, personal– que permanece latente y acecha sobre los templos de las musas creo que ya ha dejado, o debería haber dejado, de tener sentido, o al menos en lo que respecta a algunos museos, como es el caso del Museo del Hombre de París.