Por qué el turismo interpretativo es mucho mejor que el turismo no interpretativo
Resumen
La definición de interpretación de la Asociación Nacional para la Interpretación (NAI) nos confunde:
Es un proceso de comunicación basado en una misión que forja conexiones emocionales e intelectuales entre los intereses de la audiencia y los significados inherentes en el recurso.
Da la impresión de que existe un muro divisorio que separa los ámbitos de las emociones y el intelecto; y para cruzarlo tienes que correr sobre un angosto puente vigilado por enojados agentes de inmigración.
Pero no existen ni ese puente ni ese muro. Las emociones y el intelecto no se miran fijamente desde lados opuestos de un río. Claro que una o el otro puede dar el primer paso durante una presentación interpretativa, pero ambos llegan al mismo destino. En un recorrido, podrías tener un excelente gancho o efecto que atrape la atención del visitante y los acerque al intérprete como un rayo tractor emitido por alguna nave espacial. Es decir, provocas una respuesta emocional que luego enfoca la atención de la audiencia y permite que el intérprete y la audiencia, juntos, construyan maravillosos significados. A veces la audiencia está atenta por razones intelectuales (por una tarea de clase, por ejemplo) y luego, cuando alguien genera significados, surge una gran emoción, como el Big Bang. Puedo imaginar el sublime júbilo que recorrería el cuerpo de Einstein cuando finalizó su famosa ecuación E=mc2.