Objetivo: interpretar lo pequeño
Resumen
Muchas veces, interpretar lo que es pequeño o lo que no tiene nombre es complicado. Eso no significa que sea imposible, pero requiere una mayor creatividad. Si nos fijamos en el mundo de los insectos, y la escala que ocupan en el mundo real (o más bien, en el mundo que percibimos), hace que sean ignorados por la gran mayoría de los humanos. Dentro de este grupo tan numeroso y diverso de seres vivos (más de la mitad de los organismos vivos del planeta), las mariposas son las que más llaman nuestra atención. Llamativas, hermosas y grandes, ocupan un lugar privilegiado en nuestra concepción del mundo natural. Todas tienen un nombre vernáculo. En la Península Ibérica, hay identificadas unas 260 mariposas diurnas, y todas ellas tienen nombre (además del científico).
No ocurre así con el grupo de las abejas. La Península es uno de los lugares con mayor diversidad de abejas del mundo. La presencia de más de 1100 especies de abejas en nuestro territorio se asocia al gran número de plantas con flor que crecen en él, un total de 6953 especies. ¿Cuántas de ellas tienen un nombre común? No más de media docena, diría yo. Este hecho refleja la poca atención que prestamos a estos seres vivos, fundamentales para el desarrollo de la vida en el planeta.